El cloro es un elemento fundamental para purificar piscinas y bañeras de hidromasaje, pero es también muy corrosivo: unido a la acción oxidante del agua y la termooxidativa del calor, deteriora la superficie de las mangueras.

Por lo tanto, la resistencia al cloro es una de las funciones principales que debe cumplir una manguera de piscina.

Por este motivo, el laboratorio de investigación y desarrollo de FITT ha realizado una prueba recreando un ambiente extremo en el que poner a prueba FITT B-Active y otras mangueras presentes en el mercado: la superficie interna de las mangueras se ha puesto en contacto con una solución saturada, obtenida disolviendo pastillas tricloroisocianurato de sodio utilizado comúnmente en los skimmer de las piscinas – y un caudal a una temperatura de 60° C.

Como se puede observar en el análisis realizado con microscopio electrónico de barrido (SEM), realizado en la Università degli Studi di Padova, la superficie de FITT B-Active ha permanecido inalterada, mientras que las mangueras normales para piscina, sin la original tecnología CDS, han sufrido un ataque químico que ha llevado a la corrosión de la superficie y a la creación de hinchados.

FITT B-Active – superficie no corroída

Manguera competidor – superficie corroída

Estos defectos pueden ser muy peligrosos ya que provocan roturas de las tuberías en puntos no accesibles que, además de no permitir que se pueda disfrutar de la piscina, tienen grandes costes de reparación.

FITT B-Active, revestida en su interior con una película patentada y resistente a los contenidos elevados de cloro (Chlorine Defence System – CDS) y capaz de combatir las agresiones químicas de las sustancias esterilizantes, puede instalarse directamente cerca del skimmer, lugar donde se produce la mayor concentración de cloro.